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Divorcio en Buda, de Sándor Márai

Querida A.,

Sándor Márai publicó su primer relato a sus quince años y ya no dejó de escribir hasta que se suicidó en San Diego, California, a sus ochenta y ocho años. Era un escritor que se dejaba el alma en sus relatos, un escritor que sin duda prometía. Pero en aquellos tiempos ser húngaro y oponerte activamente a nazis y comunistas por igual suponía que tu trabajo quedara relegado al silencio, al fuego y al olvido. En 1948, poco antes de que se cerraran las fronteras, Márai abandonó  su querida Hungría para no volver jamás. Su vida me recuerda a veces a Stefan Zweig. Abandonó Europa, su país, su patria, su ciudad, su hogar, dejando atrás las cenizas de un mundo resplandeciente quemado por el terrible, furioso y ardiente auge de los fanatismos. Y me lo imagino llegando con su vida en unas cuantas maletas al país extranjero en el que se exiliará, un verdadero infierno para quien vive refugiado en la nostalgia, para quien se siente fuera de lugar, lejos de todo lo que le importa. Y el suicidio acaba siendo una liberación, un descanso, una forma de, quizás, volver a casa.

Seguramente nunca habríamos sabido quién fue el húngaro que se quitó la vida en San Diego pocos meses antes de la caída del muro de Berlín si no fuera porque, en 1999, un astuto editor italiano, Roberto Calasso, hallara por casualidad su obra traducida al francés. Calasso debió empezar leyendo por curiosidad, casi con desinterés, pero poco a poco la prosa de Márai lo fue cautivando, la literatura hizo su magia, y Calasso se encargó de revivir a este autor silenciado y hacerlo conocido por toda Europa, dándole la fama que debería haber tenido en vida. Hoy todas las librerías húngaras tienen su sección dedicada a Sándor Márai.

La obra de Márai que cautivó a Calasso, la que publicó primero y la más leída con diferencia es El último encuentro (aunque para el mismo Márai era una de sus obras menores). No te puedo hablar de este libro porque (de momento) no lo he leído. En vez de este, te hablaré de Divorcio en Buda. Elegí esta novela porque la semana que viene voy a viajar a Budapest y quería leer una novela ambientada allí. ¡Y vaya hallazgo!

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El protagonista de Divorcio en Buda es Kristóf Kömives, un juez de la Budapest de entreguerras cuya competencia jurisdiccional son los divorcios. Kömives es un hombre respetado, serio, católico, casado, con hijos, de trayectoria intachable: su carrera judicial sin duda promete. Su vida transcurre serena, entre juicios y eventos de la alta sociedad de Hungría, hasta que un día llega a su escritorio la demanda de divorcio de Imre y Anna Greiner, a los que conoció por separado en su juventud. A partir de aquel momento algo le inquieta, se siente un extranjero en su propia vida, como si todo le fuera ajeno. Esta crisis emocional se ahonda cuando Imre se presenta a su casa por la noche con la noticia de la muerte de Anna y la historia de su matrimonio.

“Y de repente comprende: la guerra empieza cuando los seres humanos, en todo el mundo, están sentados en sus casas, hablando de sus preocupaciones diarias, y de pronto alguien pronuncia la palabra “guerra”. Los demás entonces no pueden callar, no pueden mirar en silencio al vacío, aterrados, sino que se ven obligados a responder con naturalidad, repitiendo la palabra “guerra”. Y se ponen a hablar de la guerra, de si es posible, de cómo será, y dónde, y cuándo. Kristóf lo comprende de golpe. En algún lugar lejano, en un lugar invisible, estalla la guerra; por descontado, primero estalla en el alma de los seres humanos, y para cuando se manifiesta en los campos de batalla, en los muertos, los heridos, los cañones, las casas en ruinas y las columnas de humo, la gente ya se ha acostumbrado a ella”.

A menudo los libros que más me han gustado son los que más me han costado de seguir leyendo al principio. Los primeros cinco capítulos de esta historia se me hicieron muy largos, hasta el punto de plantearme abandonar la lectura. Pero tengo por norma leer por lo menos hasta la mitad de todos los libros que empiezo, así que seguí adelante, enfrentándome a las largas cavilaciones del protagonista sobre la fe, la justicia, el matrimonio y la educación. Yo estaba nervioso, impaciente, había empezado a leer esta pequeña novela que no supera las doscientas páginas con la esperanza de encontrar una historia trepidante, intensa y hasta cierto punto ligera. Pero poco a poco la lentitud imperial de Sándor Márai me ha ido cautivando, me ha ido atrapando en su mundo hasta dejarme totalmente encantado.

Divorcio en Buda es un cuento largo que se va abriendo poco a poco al lector, con una prosa cuidadísima, asentando bien las bases y los personajes para un giro final perfecto que te deja sin aliento. Me ha recordado a las mejores novelas cortas de Stefan Zweig. Sin duda voy a leer más de Sándor Márai.

Atentamente,

Jan Arimany.

P.S. Tú siempre me decías que exagero. Lo admito, me encanta exagerar. Siempre me ha molestado que la verdad entorpezca una buena historia. En un momento del libro, Hertha, la mujer de Kristóf, dice que “tal vez no se pueda vivir sin unos toques de frivolidad saludable, de ligera exageración, ¿no crees? Quizá sea posible vivir de una manera más precisa y afectada, pero a lo mejor no merece la pena”.

*

816uZr6ZYPLTítulo: Divorcio en Buda.

Autor: Sándor Márai.

Traducción: Judit Xantus Szarvas.

Título original: Valas Budan.

Editorial: Salamandra.

Páginas: 190.

Precio: 12€

ISBN: 9788498388138.

He estado en: Budapest, Hungría.

 

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