Al igual que muchos otros lectores, admiro a Ernest Hemingway no solo por ser un grandísimo escritor, sino también por su vida, llena de aventuras y viajes. En su época de oro, allí donde había follón estaba Hemingway. El otro día os hablé de su obra sobre la Primera Guerra Mundial Adiós a las armas y os comenté las cosas que me gustan y las que no me gustan tanto del escritor estadounidense. Hoy os traigo una obra que Hemingway decía leer anualmente porque, decía, era la novela que reflejaba mejor la realidad de la Gran Guerra. Hoy os traigo Los favores de la fortuna, de Frederic Manning.
La historia arranca en el frente de Somme, el campo más sangriento de la Primera Guerra Mundial. En él conocemos al soldado raso Bourne, un voluntario del ejército británico. A través de su día a día, relatado por un narrador omnisciente, nuestro protagonista nos deviene un personaje misterioso y enigmático. Por su forma de expresarse es evidente que se trata de un hombre de clase alta y, a pesar de que tiene la oportunidad de ascender en la rígida jerarquía militar, prefiere no abandonar a sus compañeros y mantenerse como soldado raso, renunciando a la oportunidad de escapar de un oscuro destino. No es heroico y su ideología es difusa. Es leal pero sin dejar de ser astuto.
La historia nos la cuenta Frederic Manning, que fue destinado como soldado raso en el frente de Somme. Aunque en el prólogo insiste que Bourne no es él y la narración no se ajusta a su experiencia en el frente, también reconoce que la historia se basa en sus vivencias allí. La primera vez que se publicó fue con seudónimo debido al carácter escandaloso de la fiel reproducción del lenguaje soez de los soldados.
La novela está dividida en capítulos encabezados por un fragmento de alguna obra de Shakespeare. De hecho, el título de la obra sale de uno de estos fragmentos. No es una historia larga, pero el estilo minucioso y profundo de Manning requiere atención y esfuerzo por parte del lector.
Lo que más me ha gustado de Los favores de la fortuna es que refleja a la perfección los puntos débiles del funcionamiento del Ejército, la absurdidad de su jerarquía en ocasiones y la trágica naturalidad y el desamparo con la que los soldados se dirigen a su destino. El triste final transmite al lector el origen de la irracionalidad de las guerras.
Sin embargo, es un libro en el que, al menos yo, me he liado muchísimo con los nombres de los personajes. También es cierto que parte de la narración en el que se relata el día a día como soldado cuando no está en el frente, tratando con detalle las ocasionales disputas entre soldados o la relación con sus superiores, se me ha hecho lenta e irrelevante.
En conclusión, Los favores de la fortuna es un libro que realmente refleja con el detalle y la precisión de un cirujano la vida de los soldados rasos. La guinda del pastel, sin duda, es el protagonista, Bourne, un personaje peculiar y enigmático. Sin embargo, a mi parecer sobran muchas páginas que centran en exceso su atención en aspectos banales de la vida de sus múltiples personajes.
6 Comments
Margari
La historia me gusta, pero por los peros que señalas, me parece que no disfrutaría mucho con este libro.
Besote!!!
Shorby
Pues creo que lo dejo pasar…
Besotes
Vorágine.
Hola! gracias por hacerme conocer este libro, por el momento lo dejaré pasar.
Un saludo
Nina
He oido que de los mejores libros de guerra es “sin novedades en el frente” no sé si lo has leído, yo tambien quiero hacerlo 😛
kabu leyendo es gerundio
No es una temática con la que disfrute, gracias por la reseña , un beso!
Dreamer Everdeen
¡Hola!
Esta no es una temática que me guste mucho pero gracias por la reseña^^ Acabo de descubrir tu blog y me encanta^^ Si quieres pasarte por el mío:
http://lasprincesastambienescriben13.blogspot.com/
¡Besos!