François Mauriac nació en Burdeos, Francia, en 1885. Su padre murió cuando él solo tenía dieciocho meses y creció, junto a sus cuatro hermanos mayores, al cargo de su madre, una mujer profundamente católica. Se licenció en la Universidad de Burdeos y, en 1906, se trasladó a París, donde escribió su primera novela: L’Enfant chargé de chaînes (1913). Un año después de casarse, participó en la Primera Guerra Mundial, y fue destinado al escuadrón médico auxiliar en Salónica, donde estuvo muy enfermo. Con la publicación de Le Baiser au lépreux (1922) alcanzó una gran popularidad y, cinco años después, en 1927, publicó la que es considerada su obra maestra, Thérèse Desqueyroux, llevada dos veces al cine. En 1933 fue nombrado miembro de la Academia Francesa. Mauriac fue un escritor muy comprometido; a través de sus artículos en Le Figaro y L’Express defendió el lado republicano en la Guerra Civil española y, durante la Segunda Guerra Mundial, formó parte de la Resistencia francesa contra la invasión alemana. Su defensa de la causa argelina le valieron amenazas de la banda terrorista OAS. En 1952 le otorgaron el Premio Nobel de Literatura y, en 1958, la Gran Cruz de la Legión de Honor. Murió en París en 1970.